Historia
La creación del Colegio de Médicos de nuestra provincia en 1952 se nutre de una larga tradición de compromiso y solidaridad entre los profesionales del arte de curar. En 1923 nace la Sociedad Médica de la ciudad de Santa Fe, y cinco años después también se funda en Rosario. Por su parte, entre 1930 y 1940 aparecen catorce asociaciones gremiales en distintos departamentos de la provincia, y en 1936 se crea la Asociación de Médicos Municipales.
Fue en este contexto, que en 1932 la Legislatura santafesina sancionó la Ley Nº 2.287, conocida como Ley de Sanidad, cuyo autor fue el doctor Enrique Fidanza. Esta norma instituyó en el ámbito del Estado los Consejos Médicos orientados al gobierno del ejercicio profesional. Estos organismos luego fueron denominados Consejos Deontológicos, y tuvieron sede en Rosario y la capital provincial.
Entre sus funciones encontramos la de garantizar que nadie ejerciera el arte de curar sin estar inscripto en el registro de la matrícula que llevaban los Consejos. También ejercían la superintendencia de las ramas auxiliares de la medicina e intervenían en casos de faltas a la ética profesional.
Si bien los integrantes de los Consejos Deontológicos eran elegidos por los médicos de cada jurisdicción, la dependencia orgánica y financiera que estos organismos mantenían con el Estado provincial, limitaba su autonomía y sujetaba sus decisiones al gobierno de turno.
Por estas razones, la sanción de la Ley Nº 3.950, en el año 1950, produce un quiebre en la tradición legislativa que se venía siguiendo para el gobierno de la matrícula de los profesionales del arte de curar. Las nuevas instituciones creadas por la iniciativa del senador Luis Bonsembiante, se organizaron sobre los principios de autarquía y autonomía, que les permitieron asumir las responsabilidades delegadas por la gestión estatal.
Fue así como dos años después de sancionada la nueva ley quedaba constituido el Colegio de Médicos de Santa Fe de la Primera Circunscripción.
El proceso fue arduo y complejo, pero los protagonistas de aquella etapa fundacional asumieron el desafió y enfrentaron lo que ellos definieron como los “vastos problemas de la creación”.
Con ese espíritu, 12 de mayo de 1952 fue elegida la primera Mesa Directiva de la flamante institución. Su presidente fue el doctor Octavio Russo, acompañado por los doctores Adolfo Fernández Audicio, Abelardo Izaguirre, Luis Raúl Aicardi y Víctor Frigieri.
Hoy tenemos que reconocer que los objetivos trazados hace sesenta años por estos precursores son los que le dieron forma al Colegio de Médicos que conocemos en la actualidad. La primera sede social fue alquilada y se ubicó en la casona de calle San Martín 3426. Se organizó la biblioteca científica, se creó un sistema de seguro para el médico y su familia, se fundó una cooperativa, se definió el arancel ético profesional, se reclamó de concursos y para la carrera hospitalaria escalafón, y se impulsaron leyes de jubilación. En 1959 se adquirió la sede propia de calle 9 de Julio 2464 y luego se construyó la Casa del Médico.
Desde entonces seguimos consolidando nuestra institución. Promoviendo la formación médica continúa. Abriendo el colegio a la comunidad. Vinculándonos con las instituciones educativas y profesionales relevantes de nuestra región. Y aportando nuestra opinión en los debates sobre los diferentes problemas de la salud.
Siempre con el objetivo de asegurar y promover el correcto ejercicio de la profesión médica para contribuir al bienestar general.