Alico: “A veces nos sentimos poco reconocidos por nuestra actividad”

El presidente del Colegio de Médicos de Santa Fe, Carlos Alico, brindó una entrevista en el marco de la fecha que nuclea a estos profesionales de la salud. Ejerce la medicina desde hace 39 años, y su especialidad de pediatra lo coloca en un rol especial. “Es verdad que la pediatría requiere una vocación verdadera, porque el niño se presenta como más vulnerable”, dice en la entrevista publicada por diario El Litoral, con motivo de una nueva celebración del Día del Médico.

 

El Dr. Carlos Daniel Alico, tienen 64 años. Egresado de la Facultad de Medicina de Rosario UNR el 16 de diciembre de 1978 (Matrícula N° 6804). Preside la mesa directiva del Colegio de Médicos desde hace dos años y medio -el período es por tres años- . Dice que es parte de la organización porque cree en las instituciones que permiten proyectar ideas y defender criterios. “Lo hice como Presidente de la filial de la Sociedad Argentina de pediatría. Hoy además poniendo a consideración de la calidad y la capacidad de nuestros médicos a nivel nacional”, dice.

Un día cualquiera: Por la mañana, trabaja como pediatra en un Centro de Salud de la provincia (CAPS Quilmes), luego ve a pacientes internados. Continúa su rutina en el Colegio de Médicos, casi todos los días en forma continuada, para luego dirigirse a su consultorio particular hasta la noche.

—¿Por qué eligió ser médico? ¿Y la especialidad de pediatría particularmente?

—En lo personal nunca tuve dudas de la elección de la profesión, como una necesidad implícita de estar junto a las personas que lo necesiten pudiendo dar algo de lo que en ese momento le falta al otro. Muchas veces acompañando en los momentos difíciles, conteniendo y apoyando emocionalmente a las familias que lo requieran.

Por qué pediatra. Bueno, esa sí que es mi vocación verdadera. la que me retroalimenta todos los días, la que me permite crecer cada día, comprometiéndome con los niños, trabajando con y por ellos, que no es otra cosa que proyectar el futuro.

—Su profesión es, sin dudas, una de las que más requieren vocación de servicio. ¿Cómo ve al médico hoy?

—Es verdad que la pediatría requiere una vocación verdadera, porque el niño se presenta como más vulnerable, susceptible de contraer algunas enfermedades o de acrecentar los riesgos de tener accidentes y el pediatra debe estar siempre, junto a los más pequeños y a su familia como también junto a los adolescentes con sus dudas y naturales conflictos. Estoy convencido que cada especialidad médica se acompaña de una vocación verdadera.

—¿Cree que tiene el reconocimiento que se merece, a nivel de la sociedad y también gubernamental? ¿Por qué?

—Si hablamos de reconocimiento, a veces nos sentimos poco reconocidos por nuestra actividad, tanto en lo afectivo como en lo remunerativo. El médico luego de recibirse comienza lo que llamamos “Ciclo de educación continua” que no es ni más ni menos que una dedicación permanente para el estudio y la capacitación, la que en la mayoría de los casos no es reconocida y casi nunca perdonada cuando se cometen errores.

Nos gustaría que tanto en el sector público como en el de seguridad social se reconozca la capacitación, la calificación y las permanentes recertificaciones de los conocimientos científicos, como una verdadera justicia de merecimientos, permitiendo así estimular el esfuerzo y la dedicación para ser cada día mejores profesionales.

—¿Por qué se habla tanto del Síndrome de Burnout en los profesionales de la salud?

—Como en pocas profesiones, se habla a mucho del Síndrome de Burnout, que es la respuesta a stress laboral crónico, que afecta a las personas que diariamente trabajan bajo presión, o con amenazas, con la obligación de tener siempre resultados exitosos, aunque muchas veces sin contar con los elementos para lograrlo. Los acosos judiciales, demonizando algunas decisiones tomadas, generan angustia, pérdida de la confianza y hasta alteraciones en la vida familiar.

—Un mensaje para sus colegas en este día tal especial.

—A los profesionales de reciente graduación les digo que bajo ningún concepto se deben tolerar injusticias redoblando esfuerzos para poder enaltecer nuestra vocación de ser médicos, por esfuerzo, dedicación y compromiso. Que aunque el comienzo es difícil siempre hay que apostar a la excelencia, que no es otra cosa que apostar al futuro.

Como mensaje final, a los colegas médicos y a sus familias, muchas veces olvidadas, un gran reconocimiento y un renovado estímulo para seguir haciendo grande, ésta, una de las mejores actividades del mundo.

 

Fuente: Suplemento Día del Médico - Diario El Litoral - 3 de diciembre de 2017.